miércoles, 28 de enero de 2009

La ultraderecha se quita su máscara

La locura ultraconservadora que está asentando sus reales en México no es algo que esté limitado a una ciudad o inclusive a un Estado, se está extendiendo por todo el país, aunque dicho fenómeno parece radiar desde los principales centros urbanos diseminadores del ultraderechismo. Desde Guadalajara en donde el neo-moralismo hizo suya la “cruzada” en contra de la minifalda y los anuncios del Wonderbra hasta Colima en donde la rectitud de los tipos pertenecientes a estas tribus “santificadoras” los llevó a atentar en contra de obras de arte, hemos visto ya los signos y los seguiremos viendo cada vez más a como van las cosas. El ejemplo más reciente nos llega de Guanajuato, una de las principales cunas del Sinarquismo fundado por el fascista antisemita mexicano Salvador Abascal, en donde la Organización Nacional del Yunque se siente cada día con mayores libertades para actuar y hacer de las suyas, en donde las manifestaciones públicas de afecto están siendo ya duramente sancionadas. Veamos lo que dice la siguiente nota:

No más besos en Guanajuato... ni en el callejón
Jorge Escalante
Agencia Reforma
16 de enero del 2008

Para impulsar las buenas costumbres, el Ayuntamiento de Guanajuato, con mayoría panista, aprobó un nuevo bando de Policía y Buen Gobierno que sancionará con prisión a las parejas que se besen en la vía pública, a peatones que no utilicen puentes al cruzar las calles y personas que pidan limosna en cualquier sitio público.

La aprobación de la nueva reglamentación fue justificada por el alcalde panista, Eduardo Romero Hicks:





quien mencionó que se trata de motivar a las buenas costumbres. (¿?)

Dentro del reglamento se especifican sanciones de hasta mil 500 pesos a las personas que compren productos a comerciantes ambulantes.

Otra sanción similar se aplicará a quienes obstruyan la vía pública sin permiso, lo que a decir del regidor priista, Jorge Luis Hernández, viola la Constitución, porque prohibe la libre manifestación.

Ediles de oposición, como Jorge de la Peña, acusaron a Romero Hicks de violar los derechos humanos de los ciudadanos al imponer sanciones a acciones que no son consideradas delictivas ni atentan contra las buenas costumbres.

“Estamos regresando a la época de la Santa Inquisición, donde no se podrá transitar libremente por las calles”, dijo.

Sobre esto mismo, algo que como bien dijera el popular y prolífico analista político blogero Fred Alvarez “ni siquiera los conservadores del siglo XIX se atrevieron a hacer” (quizá porque en ese siglo aún no existían en Guanajuato la ultraderecha neo-Nazi ni el Yunque ni los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara), en el diario LA JORNADA aparece lo siguiente:

Guanajuato: cárcel o multa a quienes se besen en la calle
Carlos García
LA JORNADA
16 de enero del 2009

El ayuntamiento de Guanajuato aprobó un bando de policía y buen gobierno que castiga con 36 horas de cárcel o multas hasta de 30 salarios mínimos (más de mil 500 pesos) a quienes pidan limosna, digan palabras altisonantes, vendan en la calle, hagan manifestaciones o se besen:


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El acuerdo fue autorizado por los 10 ediles del Partido Acción Acción Nacional y uno del Partido del Trabajo.

También se castigará a los promotores turísticos que se acerquen a los automovilistas, a quienes no usen los puentes peatonales y a los limpiaparabrisas.

El alcalde de Guanajuato, el panista Eduardo Romero Hicks, aseveró que el reglamento no es excesivo ni persecutorio. La finalidad, dijo, es “inculcar valores y civilidad” entre la población, que sepan que “puede haber una sanción. Eso va modificando la conducta. Según el panista, es necesario castigar esas conductas porque “si no lo prohíbes, si no lo contemplas, la gente lo va a hacer”.

También calificó de “lamentable” que la mayoría de la gente use expresiones como “güey” o que los jóvenes se den “unos agarrones de olimpiada” (besos) en la vía pública.

Marco Antonio Figueroa, regidor panista, afirmó que una de las razones para prohibir los besos en la calle es prevenir que las adolescentes de secundaria queden embarazadas. (¿?)

Esto ocurrió justo el mismo día en el que inclusive al Presidente de México Felipe Calderón le llovió en propia milpa por hacer lo suyo propio. Resulta irónico que uno de los logros presumidos por el régimen ejercido con mano de hierro por la hoy desaparecida la Unión Soviética, la ausencia de limosneros en las calles (esto al no haber un solo desempleado por estar todos los ciudadanos obligados a tener que trabajar en lo que fuese para el Estado) está siendo implementado también por el Yunque en Guanajuato... pero sin darle empleo o trabajo alguno a ningún limosnero, simplemente penalizándoles su actividad sin que tengan al menos el consuelo de ir a pedirle o exigirle al panista Felipe Calderón que haga efectivo el mote que se puso a sí mismo como “El Presidente del Empleo”. ¿A esto le llaman progreso?

De haberse llevado a cabo el cuento clásico La Bella Durmiente -que recién acaba de cumplir 50 años de edad en su versión cinematográfica- teniendo al Guanajuato de hoy como fondo, puesto que la princesa Aurora tiene que ser despertada del maleficio de su sopor con un beso pues entonces estaría condenada a permanecer dormida hasta convertirse en una momia para ser sumada a las momias que ya tiene Guanajuato al estar prohibido el único medio para liberarse del maleficio.

Se puede criticar también con la dureza que ello amerita el que el ultra moralista alcalde panista de Guanajuato Eduardo Romero Hicks, para quien los besos son una cosa repugnante y obscena que merecen no sólo el repudio sino un castigo severo aplicado con todo el peso de la ley, se haya quedado callado sin decir absolutamente nada cuando el también panista pro-Yunquista de Guanajuato Vicente Fox siendo Presidente de México le plantó públicamente un beso a su consorte Marta Sahagún... ¡utilizando a la Catedral de San Pedro en el mismo Vaticano en Roma como escenario de fondo! ¿Por qué los panistas que hoy resultan tan ultraconservadores se quedaron callados en aquél entonces sin expresar desaprobación alguna? ¿Quién les tapó la boca? ¿Cómo nos van a justificar los panistas estas incongruencias? (Por respeto a los mismos panistas y para no ser acusado por ellos de promover imágenes y materiales de naturaleza pornográfica, Spectator no reproducirá aquí la foto de ese famoso e “impúdico” beso entre el Presidente Vicente Fox y Marta Sahagún.)

La prohibición estricta a muestras de afecto público, reforzada por duras sanciones económicas o cárcel aplicadas en contra de la misma ciudadanía a la cual supuestamente las autoridades están obligadas a proteger y respetar, llegó casi al mismo tiempo cuando prominentes representantes de la Iglesia Católica en México culparon a las mujeres de ser las causantes de todo tipo de abusos, violaciones y agresiones sexuales por el imperdonable “delito” de vestirse “provocativamente” (mismos que se abstuvieron de hacer comentario alguno sobre el nuevo escándalo desatado por un sacerdote católico de nombre José de Jesús Sandoval González detenido en Veracruz por el delito de pederastia y en contra del cual han testificado varios niños y niñas que denuncian que cada semana eran obligados a visitar al sacerdote en su casa, quien al regreso enviaba dinero a la directora del establecimiento, la religiosa María Guadalupe Zaragoza Barajas, con testimonios dolorosos tales como “me agarraba aquí y me hacía así” expresado por una de las menores tocándose los senos “y me daba besos en la boca; a mi hermana se la llevaba a la cama”, “él quería que me subiera arriba de él, pero él me aplastó”, “él se bañaba conmigo; yo me baño solo pero él se metía conmigo; yo me ponía mi calzón porque yo nunca me baño encuerado, pero él me lo quitaba”, “(en el baño) me abrazaba y me daba besos en la boca; me quedaba ahí sábado y domingo”, “primero nos confesaba, luego nos tocaba todo el cuerpo y nos daba dinero a cambio de que nos dejáramos manosear”, “nos daban comida con cucarachas; si no la comíamos, nos decían que no íbamos a volver a ver a mi mamá, ni a mi abuelita, ni a mis tíos”, etc.) En relación a estas posturas incongruentes, la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, Maricela Contreras Julián, dijo:

“Culpar a la mujer de provocar agresiones sexuales, por su vestimenta, como lo ha señalado la Iglesia Católica en su Encuentro Mundial de las Familias, debe ser motivo de una reprobación a las autoridades eclesiásticas mexicanas y al mismo Estado Vaticano, por parte de la Secretaría de Gobernación, ya que con ello se justifican, desde agresiones, violencia física y psicológica, hasta violaciones y asesinatos. Los quisiera oír con ese mismo ímpetu, que acusaran y castigaran a sus curas pederastas que violan a menores de edad. ¿Las menores de edad que han sido víctimas de sacerdotes pederastas, también los incitaron a ser agredidas por su vestimenta? No he escuchado a los jerarcas de la Iglesia alzar la voz e indignarse por esos curas que aprovechan su investidura y abusan sexualmente de los menores, y eso es algo muy grave”.

La nueva ley impuesta por el Yunquismo ultraconservador de Guanajuato seguramente habrá caído como una bomba a los habitantes de un Estado famoso por su Callejón del Beso:





el cual es un callejón ubicado en el centro de la ciudad de Guanajuato, célebre porque sólo mide 68 centímetros de ancho y sus balcones están casi pegados uno al otro, a la distancia de “un beso”, que se ubica en las faldas del cerro del Gallo en una barriada que ya existía en el siglo XVIII. Su nombre se debe a la leyenda de dos enamorados a quienes sus familias les prohibían verse y ellos se citaban clandestinamente en esos balcones. El padre de Doña Ana, el nombre de la enamorada, descubrió a su hija en el momento de besarse con Don Carlos y ahí mismo la mató. Se dice que las parejas que se dan un beso en el tercer escalón tienen garantizados siete años de felicidad. Este ritual es ya obligado (o mejor dicho, era, antes de que los Yunques llegaran al poder en Guanajuato) para todas las parejas que visitan esta romántica ciudad.

El primero en tratar de repudiar y desligarse de tales acciones ultra moralistas fue Germán Martínez Cázares, el presidente nacional del cada vez más infiltrado Partido Acción Nacional, el cual muy preocupado llamó el mismo 15 de enero del 2009 al noticiero nocturno de TELEVISA conducido por Joaquín López-Dóriga para expresar su desaprobación a la medida impuesta por el Ayuntamiento de mayoría Yunquista en Guanajuato. Sus palabras textuales fueron: “Me parece que no es atentando a la libertad de convivencia entre los ciudadanos de Guanajuato y de México como vamos a generar virtudes públicas; las virtudes públicas se construyen sólo con apego a la ley y no imponiendo de ninguna manera virtudes privadas”. Esto, aunque sorpresivo para muchos, no era algo inesperado. ¿Acaso no había dicho el mismo Germán Martínez Cázares en León, Guanajuato, que se proponía Guanajuatizar a México, una intención ampliamente criticada por prominentes analistas y editorialistas? A lo cual ahora, en pleno año electoral para la renovación total del Congreso de la Unión, muchos votantes mexicanos empezarán a pensar en que la cosa va en serio tal y como lo había advertido tanto Spectator como otros analistas de los eventos actuales, empezando a caer por fín en la cuenta sobre las verdaderas intenciones del Yunque de moldear el gobierno de México en base a una dictadura moralista como la ejercida por el tirano ultraderechista de España Francisco Franco. Una confirmación de que algo anómalo está sucediendo no sólo en Guanajuato sino en todo México impulsado por una derecha cada vez más radicalizada que insiste en imponer su agenda sobre toda la población lo podemos ver en la siguiente nota:

Nueva derecha radical asume rol más público
Salvador Frausto Crotte
EL UNIVERSAL
12 de enero del 2009

Luego de la despenalización del aborto en la ciudad de México, en abril de 2007, se multiplicaron las marchas “en favor de la vida” en decenas de ciudades del país. En Celaya, León, Guadalajara, Guanajuato, Tampico y Distrito Federal, entre otras localidades, se escucha otra vez el “¡Viva Cristo Rey!” que distinguió a los cristeros que resistieron las restricciones en materia religiosa que impuso Plutarco Elías Calles. A estas manifestaciones acuden miles de católicos radicales que militan en grupos ligados a la jerarquía eclesiástica.

A diferencia de los cristeros de los años 20, que empuñaron fusiles para oponerse al Estado laico, hoy las armas son la movilización, el cabildeo y el reclutamiento de jóvenes en colegios privados. “En México hay un millón de católicos practicantes menores de 25 años”, dice el padre Pedro Agustín Rivera Díaz, rector de la Antigua Basílica de Guadalupe y comandante en jefe de la Alianza Mexicana por la Vida, asociación con más de 100 grupos conservadores como Provida, Red Familia y Caballeros de Colón.

Esta cruzada busca combatir legislaciones y políticas públicas de corte progresista. Están en contra del aborto, de las uniones gay, de la eutanasia, del divorcio exprés, de que las mujeres usen anticonceptivos, del condón, de la pildora del día siguiente. Están a favor de la educación religiosa en escuelas públicas. A finales de 2007 lograron que en los congresos de Sonora y de Baja California se aprobaran leyes antiaborto, y están cabildeando para que en Morelos, Veracruz y Guanajuato prosperen iniciativas similares.

Esta radicalización forma parte ya del Partido Acción Nacional en virtud de la ultraderecha neo-Nazi que lo ha infiltrado, y pese a que prominentes políticos han exigido al PAN que se deslinde de esta derecha radical, dentro del mismo PAN no hay ninguna prisa por liberarse de esta plaga que forma ya parte integral e inseparable de dicho partido, como podemos leerlo a continuación:

Exigen a AN se deslinde de derecha radical
Ricardo Gómez y Juan Arvizu
EL UNIVERSAL
13 de enero del 2009

Legisladores perredistas exigen al gobierno federal y al Partido Acción Nacional deslindarse de los grupos radicales de ultraderecha, que se han reorganizado en el país.

Sin embargo, en Acción Nacional defienden el derecho de esos grupos para manifestarse, siempre y cuando no violen la ley.

En entrevista, el senador Graco Ramírez advirtió que esos grupos suelen ser radicales e intransigentes, y no llevan su lucha a través de los canales institucionales, de ahí que demandó al gobierno del presidente Felipe Calderón y al PAN a deslindarse de esos movimientos.

A la par, la senadora Judith Díaz, del PAN, abogó por el derecho de estos grupos de derecha a defender sus posicionamientos ideológicos y sus pensamientos, siempre y cuando no transgredan la ley.

La legisladora Díaz consideró que es necesario analizar a fondo el movimiento que ya se vive en el país, y opinó que también existen otras corrientes “bastante radicales” que promueven la despenalización del aborto o los matrimonios entre homosexuales, que finalmente también son controvertidos.

En la Cámara de Diputados, la derecha en pugna contra el condón y el aborto, es una expresión alejada de la realidad social, señalaron legisladores del PRD.

Los congresistas del sol azteca plantearon que en San Lázaro, los promotores de las banderas más conservadoras de la política, no podrán prosperar, pues, incluso, en el PAN mismo enfrentan un ala progresista.

El presidente de la Comisión de Seguridad Social, Miguel Ángel Navarro Quintero (PRD), dijo que en vez de una confrontación ideológica trasnochada, en el poder Legislativo federal deben darse grandes acuerdos para atender los problemas sociales, que ya se viven en su crudeza extrema, derivados de carencias en educación reproductiva, por ejemplo.

Por su parte, el presidente de la primera Comisión de la Comisión Permanente y vicecoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Francisco Javier Calzada Vázquez, dijo que las iniciativas de reformas conservadoras carecen de respaldo del gobierno federal, como lo muestran las políticas públicas en vigor, señaladas por el respeto a la libertad de elegir.

Lo que sucede en Guanajuato no es un hecho aislado. Forma parte de algo que está tomando forma en todo México, en algunos lugares con mucha mayor fuerza que otros, pero obedeciendo en cada caso a un plan de acción de alcance nacional, trátese de Guanajuato, de Jalisco (de lo cual ya habló Spectator en un trabajo previo), de Baja California, de Colima, o de Querétaro, del cual podemos leer lo siguiente en el número 1681 de la revista PROCESO:

El gobernador panista, un desastre
Verónica Espinosa
Revista PROCESO
18 de enero del 2009

El gobernador panista, Francisco Garrido Patrón:





concluye su sexenio entre la inconformidad de ciudadanos, líderes sociales, académicos, dirigentes de la oposición y hasta militantes de su propio partido.

Las críticas se concentran en la opacidad del segundo gobierno panista del estado –el primero fue el de Ignacio Loyola Vera–, particularmente en lo relativo a sus proyectos suntuarios; la imposición de leyes a gusto de Garrido aunque tengan visos de inconstitucionalidad, así como en la intolerancia que lo caracteriza.

Mientras tanto, el mandatario se promueve con recursos millonarios provenientes de las arcas públicas y de paso fortalece políticamente al alcalde de la capital, Manuel González Valle, su excolaborador en la Secretaría de Turismo y a quien es considerado su delfín para la gubernatura.

Con vistas a la elección de gobernador que se llevará a cabo el 5 de julio próximo, Paco –así se hace llamar Garrido– intensificó sus actividades dentro del Programa de Acción Comunitaria (PAC), inventado en su sexenio y cuyo logotipo tiene los colores del PAN: azul y naranja.

Intolerancia

Para el doctor Bernardo Romero, excomisionado estatal de los Derechos Humanos, y actual investigador del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, “la derecha le tiene miedo a la democracia. Aquí la oposición, o no existe o está en la cárcel; no hay protección para las personas, sino de ellos (los funcionarios). Querétaro fue el primer lugar del país donde hubo expresiones de repudio a los emos. El ambiente de impunidad que prevalece en este sexenio genera la intolerancia, la necedad política y el miedo a la diversidad, no sólo política, sino en otros ámbitos”.

Tanto Romero como algunos periodistas locales denuncian que el presupuesto estatal para difusión y publicidad se utiliza para mantener el férreo control de los medios informativos. Señalan particularmente como los principales operadores de la represión a la prensa al titular de Comunicación Social, Miguel Ángel Vichique de Gasperín –sobrino del obispo Mario de Gasperín– al secretario de Gobierno Alfredo Botello, quien se inició como periodista y colaboró en medios críticos y marginales de la entidad.

Luis Gabriel Osejo, responsable de la página informativa digital Ciudad y Poder, relata que está vetado en varios medios impresos y electrónicos desde 2003, cuando invitó a la UAQ al periodista Álvaro Delgado, de Proceso, para que presentara su libro El Yunque, la ultraderecha en el poder. “No sabía que eso sería mi marca durante el sexenio –continúa Osejo–. Trabajaba en Radio Capital y de pronto dejaron de pagarme, sin ninguna explicación. Después me enteré por boca del secretario particular del gobernador, Ricardo Anaya, que a (Alfredo) Botello le había molestado mucho que trajera a Álvaro. Y no he sido el único; en estos años ha habido cambios de directores, editores y reporteros en los medios locales como nunca se había visto. Sólo es cuestión de que se difunda una crítica hacia el gobierno, y llega la orden”.

Eduardo Romero Hicks, Emilio González Márquez, Francisco Garrido Patrón, Manuel Espino Barrientos, y muchos otros como ellos de los cuales ya se ha hablado en estos trabajos, representan todos en su modo de pensar y actuar la ideología extremista con la cual fueron formados en su juventud, infectados la mayoría de las veces a espaldas de sus propios padres con una propaganda desquiciante que les ha marcado el rumbo de sus vidas. Son idénticos el uno al otro. Tratar de distinguirlos entre sí es como tratar de hallar alguna diferencia entre dos gotas de agua. Lo único que los separa es la rapidez con la cual pretenden convertir en realidad el nuevo orden que para su gusto esta vez deberá ser indestructible. Es la prisa la prisa en algunos la que los lleva a estar metiendo la pata como acaba de ocurrir hace poco en Guanajuato.

Como si el golpe asestado por la ultraderecha radicada en Guanajuato para llevar a cabo la demonización del ósculo por cochino e indecente violatorio de “la moral” y las “buenas costumbres” no hubiese sido suficiente, diez días después sus colegas en Baja California -Estado en el cual la ultraderecha mexicana tiene infilitrados e infectados tanto al Partido Acción Nacional (PRI) como al Partido Acción Nacional (PAN)- aprobaron una serie de enmiendas de fondo para prohibirle a las bajacalifornianas el recurrir al aborto no sólo en el caso de malformaciones congénitas severas que hacen imposible que el feto pueda sobrevivir más allá de unas cuantas semanas después del alumbramiento sino inclusive en casos de violación e incesto. Esto signica, en términos llanos que cualquier mujer que viva en el Estado de Baja California y que sea brutalmente violada queda obligada por ley a tener el hijo del hombre que la violó, así haya sido su propio padre el que la haya embarazado. Pero esta no es la única barbaridad en la que incurrieron los nuevos Inquisidores de Baja California forjados con la literatura propia del neo-Nazismo distribuída e impartida en toda la Nación por las sociedades secretas de la ultraderecha (el Estado de Baja California cuenta con una presencia permanente de Tecos graduados de la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara). También prohibieron el uso de todo tipo de anticonceptivos. Aquí ya no se trata simplemente de criminalizar el aborto en cualquier etapa, se trata de criminalizar también cualquier esfuerzo por prevenir un embarazo no deseado. Esto, desde luego, manda al traste con todos los programas de planificación familiar disponibles para familias de escasos recursos que tienen ya muchas bocas que mantener, lo cual muy poco les importa a los ultraconservadores que están gobernando Baja California. Y no es con lo único que se manda al traste. Se criminalizan de facto las medidas profilácticas más efectivas que se conocen en la actualidad para evitar la propagación de enfermedades venéreas incurables tales como la hepatitis C, la herpes genital y el VIH/Sida. Así, la ultraderecha de Baja California con uno de sus cada vez más descarados golpes de mano decide convertir un problema médico en una cuestión moral sobre la cual lo único que importa es imponerle a la población entera lo que razonan de forma torcida en sus mentes cerradas. Aunque se puede argumentar de parte de los oponentes al aborto que al terminar un embarazo -así sea no deseado y producto de una violación- se está atentando en contra de la vida del que aún no ha nacido, la prohibición total de los anticonceptivos estira el argumento más allá de todos los límites de la racionalidad recurriendo al argumento “potencial” según el cual no sólo un embrión fecundado “contiene todas las características desde el momento de la fecundación que definen a la persona que nacerá como producto de ese embrión fecundado” sino que también un espermatozoide en camino a su encuentro con un óvulo y el óvulo que está por ser fecundado “también contienen ya potencialmente todas las características del individuo que nacerá como resultado de esa fecundación, y por lo tanto la interrupción de ese proceso natural debe ser tomado como un asesinato que debe ser castigado y criminalizado por la Ley.” Contra este modo de razonamiento más propio de los Talibanes que de la Ciencia es imposible presentar lógica alguna, porque lo que estamos viendo en acción es el fanatismo en su más pura expresión, instalado firmemente en el poder. Y este es un fanatismo dirigido no sólo en contra de las sufridas esposas e hijas de los endurecidos ultraderechistas de Baja California que secretamente en sus aquelarres clandestinos aún añoran por el regreso del nacionalsocialismo anti-judío, es un fantismo dirigido en contra de todas las mujeres que viven en Baja California, sin excepción. (Bueno, hay una excepción: las esposas de los miles de norteamericanos que viven en Baja California, las cuales sólo tienen que cruzar al lado norteamericano para obtener todos los derechos reproductivos que ahora la ultraderecha les niega a las bajacalifornianas, con lo cual la población femenina de Baja California ha quedado dividida en ciudadanas de primera clase que representan una insignificante mayoría y ciudadanas de segunda que son la gran mayoría.) Veamos lo que nos dice la siguiente nota:

Prohibe Baja California aborto y anticonceptivos
Agencias
EL DIARIO
27 de enero del 2009

El Congreso local de Baja California aprobó una iniciativa para penalizar cualquier tipo de aborto, así como la utilización de anticonceptivos –por considerarlos como “abortivos”– y la fecundación in vitro, por lo que la Procuraduría de Derechos Humanos y Protección Ciudadana local interpuso una inconformidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

“Hay una violación muy grave a los derechos de la mujer”, dijo Francisco Javier Sánchez Corona, titular de la dependencia que presentó la queja ante el máximo tribunal del país.

Con la reforma local, el aborto en cualquiera de sus modalidades (ya sea por malformación genética, peligro para la vida de la madre o por violación) está prohibido en la entidad y se castigará como un homicidio calificado, con hasta 10 años de cárcel.

El ombudsman de Baja California acudió ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para pedir la anulación de una reforma a la Constitución local, impulsada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Nueva Alianza (Panal), mediante la cual estableció que la vida, en esa parte del país, está protegida desde el momento de la concepción.

En la práctica la reforma impugnada canceló la posibilidad de que, en el futuro, en Baja California se despenalice el aborto en las primeras 12 semanas de gestación, como ocurrió en el Distrito Federal.

En su calidad de procurador de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California, Sánchez Corona, promovió un juicio de acción de inconstitucionalidad en contra de dicha reforma porque consideró que atenta contra las mujeres, toda vez que les impide ejercer sus derechos a la libertad, a la autonomía reproductiva, a la no discriminación y a la libertad de conciencia, entre otros.

La reforma, explicó, equipara “la concepción” con “la fecundación”, por lo que no sólo se convierte en una medida sancionadora del aborto, sino que también establece las bases para prohibir, posteriormente, la fecundación in vitro, el uso de algunos métodos anticonceptivos tales como el dispositivo intrauterino (DIU) y la investigación en embriones no implantados. (Resulta irónico que estas leyes draconianas de la ultraderecha entronizada en el poder en Baja California hayan sido promulgadas justo cuando nuevos avances científicos dan esperanzas renovadas a parejas infértiles para poder tener los hijos propios que tanto desean con técnicas avanzadas de fertilización in-vitro; lo cual debería demolerles a los fanáticos ultraderechistas de Baja California su argumento de que están “a favor de la vida, sobre todo vida nueva” .)

Porque desde que la Corte avaló la despenalización del aborto en la capital del país el 28 de agosto de 2008 —hasta el momento sólo de palabra, porque la sentencia no se ha terminado de redactar, a pesar de que han pasado 5 meses— en diversos estados se han impulsado reformas antiabortistas que buscan evitar que el caso del DF se replique en el país.

En Morelos, por ejemplo, se aprobó una reforma similar a la Constitución de la entidad y a diversas leyes, la cual entró en vigor desde el 11 de diciembre. Pero en el caso de Morelos, a diferencia de lo que ocurrió en Baja California, la reforma no fue impugnada ante la Corte.

Los únicos facultados para impugnar —el ombusman estatal, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, y el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora— no lo hicieron.

Diversas organizaciones no gubernamentales les pidieron que impugnaran la reforma aprobada en Morelos, pero ninguno aceptó su petición, porque mantienen una postura a favor de la vida, desde la concepción, y en contra del aborto.

En Sonora el futuro de una reforma similar todavía es incierto, toda vez que también se protegió en la Constitución local a la vida desde la concepción, pero los cambios todavía no han sido publicados y por tanto no han entrado en vigor, y no se sabe si va a ser impugnada o no.

En tanto que otras reformas antiabortistas siguen discutiéndose en los congresos locales de Guanajuato y Veracruz.

No sólo no les importó para nada a los Yunquistas y neo-fascistas encubiertos de Guanajuato y Baja California el que 2009 sea un año electoral importante, en el caso de Guanajuato ni siquiera les importó la posibilidad de que, en protesta por las moralizadoras medidas, representantes tanto de grupos civiles como de partidos de oposición puedan convocar a parejas de jóvenes para besarse precisamente en el Callejón del Beso bajo la música Bésame mucho de Consuelo Velázquez dándole notificación previa al Ayuntamiento de Guanajuato para que vaya a arrestarlos en cuanto esto ocurra en el conocimiento de que no piensan pagar un solo centavo de la multa impuesta, con oleadas de cientos y cientos de parejas llegando a dicho lugar para ser arrestadas por la policía “por violar las buenas costumbres”, con lo cual eventualmente al acumularse cientos de detenidos por este “grave delito” en las cárceles de Guanajuato, el mundo entero volcaría sus ojos para ver lo que está sucediendo en un México gobernado por unos fanáticos empeñados en seguirle el paso de cerca a los Talibanes de Afganistán que eran igualmente moralistas y represivos hasta que los sufridos afganos se cansaron de estarlos aguantando.

Y mientras la ultraderecha se dá rienda suelta empezando a mostrar en forma cada vez más descarada su verdadero rostro a todo el país, a todos los mexicanos, el infiltrado Partido Acción Nacional, hoy el partido oficial en el poder sin intención alguna de soltarlo, se prepara de cara a las elecciones recurriendo a acciones estratégicas tales como el haber relocalizado a la sede nacional del PAN al endurecido Yunquista César Nava, ex Secretario Particular de la Presidencia susbsituído en dicho puesto por el también Yunquista Luis Felipe Bravo Mena, con el fin de que éste pudiera aprobar personalmente cada una de las nominaciones a Diputados por dicho partido, y una vez hecho este trabajito de gran importancia para la organización secreta en la cual está juramentado, él mismo se registró como candidato perfilándose desde ahora como futuro líder panista en la Cámara de Diputados. Todo esto para que la ultraderecha encubierta no pierda las riendas del partido al que tiene infiltrado y que tampoco pierda el poder al que tanto se aferra y desde el cual está haciendo tantas barbaridades. Y todo esto al mismo tiempo que el peso se ha devaluado de 10 pesos por dólar en el 2008 hasta más de 14 pesos por dólar en el 2009, se están perdiendo cientos de miles de empleos bajo un Presidente que se hizo llamar a sí mismo el Presidente del Empleo, se ha concedido un miserable aumento de dos pesos diarios al salario mínimo que no alcanza para comprar ni siquiera una pieza de pan de dulce y que lo único que ha hecho es venir a institucionalizar la miseria en México bajo la dupla derecha-ultraderecha que lo está gobernando, cuando el país se hunde irremediablemente en la peor crisis de inseguridad que ha vivido desde hace casi un siglo, y cuando están cerrando sus puertas miles de empresas medianas y pequeñas cuyos propietarios en el 2006 se tragaron la píldora forjada por la propaganda ultraderechista de que el candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador era “todo un peligro para México”. ¿Acaso la ultraderecha encubierta no lo es? ¡Pero si los resultados están a la vista!

Todos estos hechos documentados aquí demuestran de manera contundente una cosa: los conjurados de la ultraderecha no sólo son una terrible amenaza latente en contra de las comunidades judías de México y Latinoamérica, son una amenaza en contra de todo aquél que no esté de lado de ellos, apuntalados por su fantasía doctrinaria básica que ellos llaman “la gran conspiración judía masónica comunista”. Generalmente hablando, la gran mayoría de las mujeres de Baja California ni son comunistas ni tienen ascendencia judía ni forman parte de fraternidades masónicas que valga la pena mencionar, y aún así todas ellas están padeciendo ya los embates de la ola ultraderechista que se está levantando en México atizada desde las sombras por gente malvada y siniestra. Y lo mismo aplica para los guanajuatenses que ya no saben cómo quitarse este cáncer social de encima. Quienes desde hace más de dos años empezaron a acusar a Spectator y a otros como Spectator de ser unos alarmistas deberían repasar y reflexionar sobre los datos arriba citados, los cuales ciertamente no son invenciones salidas de una imaginación enfermiza como la que distingue a los literatos de la ultraderecha.

¿De qué se asombran ahora los guanajuatenses y los bajacalifornianos de que estén ocurriendo estas cosas, cuando fueron ellos mismos quienes elevaron con su voto al infiltrado Partido Acción Nacional al poder, instalando con ello a la Organización Nacional del Yunque, el poder detrás del poder, en las más altas esferas de mando? ¿Realmente no sabían ni tenían la menor idea de lo que estaban desatando? Pues si no lo sabían o no querían darse cuenta de ello, ahora están empezando a pagar las facturas por su mala decisión. Estas aberraciones con las cuales ciertos individuos que forman parte de una muy reducida minoría quieren construír su propia versión del castillo de la pureza metiendo a todos los demás dentro del mismo estén o no estén de acuerdo con ellos es justo lo que se puede esperar cuando se les dá un poco de poder a estos fanáticos aferrados a su ideología extrema. Lo que está sucediendo en Guanajuato y en Baja California es justo lo que pueden esperar los guanajuatenses y los bajacalifornianos de estos tipos. Y lo peor está aún por venir. Y si todas sus mujeres, esposas, novias e hijas, terminan siendo obligadas a vestirse como en los tiempos de la Colonia, si se implanta una censura moralista en todas las revistas y libros que se venden en las librerías de Guanajuato y Baja California haciéndose extensiva a todo lo que se exhibe en las salas cinematográficas, si en todo México termina prohibiéndose la interrupción de embarazos incluso en casos de violación e incesto forzado así como criminalizándose el uso de los anticonceptivos tan requeridos hoy para la planificación familiar en familias de escasos recursos, si a criterio de los Directores se termina prohibiendo la entrada a los jóvenes de preparatoria y a los jóvenes universitarios a sus escuelas dependiendo de qué tan largo traigan el pelo, si se comienza a expulsar a estos jóvenes de sus centros de estudio por habérseles encontrado condones en sus mochilas, si se termina para siempre con las escuelas mixtas (de ambos sexos) desde la primaria hasta la universidad, si se lleva a cabo la construcción con dineros públicos de santuarios religiosos en honor de “San” Carlos Abascal y su antisemita progenitor “San” Salvador Abascal así como monumentos y mausoleos al pro-Yunquista Vicente Fox en todo el Estado de Guanajuato (además de los que ya tiene en ese baluarte de egocentrismo conocido como el Centro Fox), si se proscribe la homosexualidad con penas de cárcel de 50 años de prisión, si se empiezan a llevar a cabo quemazones de libros “prohibidos” como las que llevaron a cabo los Nazis en Alemania, si se destruye todo la obra y todo el legado de Benito Juárez llegando hasta la misma proscripción del divorcio civil, si se prohibe la enseñanza de las teorías de la evolución originadas a partir de Charles Darwin, si se regresa a las usanzas de una religión oficial de Estado en la que ninguna de las demás creencias no tengan cabida, si se hace retroceder a los mexicanos todos hasta los tiempos de la Santa Inquisición que se creían ya superados, pues eso ya será cuestión de que lo vayan decidiendo no sólo los guanajuatenses y los bajacalifornianos sino todos los mexicanos desde ahora mismo en las urnas. Ya saben muy bien por quién tienen que votar. Tan sólo queda la advertencia de Spectator de que, al igual que las guerras, es mucho más fácil entrar en ciertas situaciones incómodas que salir de ellas.

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